domingo, 28 de agosto de 2011

Uno de un Nobel.

Memorial del convento - José Saramago

Debo empezar por admitir dos cosas. La primera que al pensar en un libro de un nobel que me guste locamente y me atreva a recomendar, se me vinieron a la cabeza muchos; la segunda que llegué a la lectura de Saramago apenas hace un par de años.

En términos de autores, la entrada estaba peleada: primero vino a mi cabeza William Faulkner con Santuario, uno de esos libros que tienes-que-leer-antes-de-morir. Luego pensé en Albert Camus con La peste o El extranjero, libros que -al menos en mi vida- marcaron momentos y situaciones y me ayudaron a crecer y aprender a pensar. A Gabriel García Márquez ni lo consideré, de su obra pefiero muchos antes que 100 años de soledad. Y finalmente recordé ese autor más bien reciente -todos los anteriores los leí en la infancia- que me dejó absolutamente fascinada.

En mi opinión este autor posee una de las plumas más cautivantes de la literatura contemporánea: logra combinar en una pieza magistral la novela histórica, el relato de una historia de amor más bien desafortunada, los intereses científicos y el cómo perseguirlos y las angustias de unos personajes que en realidad casi parecen no pertenecer a su época, condiciones y geografía pero que hacen lo mejor que pueden para sobrevivir y mantener una que otra esperanza.


1 comentario:

Andrés Meza Escallón dijo...

¡Qué bueno! Yo todavía tengo una deuda con Saramago (tengo dos libros suyos que aún no leo) pero éste que reseñas no lo tenía en el radar todavía.