jueves, 11 de agosto de 2011

Uno que se haya demorado mucho en leer.

CHANGÓ El gran putas - Manuel Zapata Olivella.


Tuve la fortuna de conocer a Delia y a Manuel en Cartagena, siendo aun una niña mientras estudié danzas en la academia de Bellas Artes. Delia, una folclorista dedicada, estaba de paso por la ciudad y mi maestro quiso que compartiera con nosotras un poco de esa dedicación y pasión por la danza y el folclor. Manuel, que la acompañaba, era en ese momento sólo una figura de fondo: el hermano de la maestra.

Mucho años después descubrí la obra literaria de Manuel, la joya es esta novela. Reconozco que la descubrí por accidente, en una estantería polvorienta y con descuento -detalle que me motivó a comprarla- y que muchos meses después de comprada y empezada a leer fue que caí en cuenta de que el autor no me era del todo desconocido.

Esta novela en particular ha sido tildada de "novela épica" porque en sus más de 700 páginas describe los viajes de los africanos hacia américa, la tierra nueva y extraña, el sufrimiento de un gran pueblo, la sangre derramada, las luchas por la libertad, el mestizaje y la vuelta al culto ancestral; vale aclarar que lo hace desde la perspectiva negra. Más allá de los relatos históricos, de las causas económicas de la conquista y de la esclavitud, el relato de Manuel requiere para su lectura atención y ganas: es un relato que devora al lector, que apasiona, que se siente. 

Los escenarios históricos, los relatos de la tradición oral caribeña, la mitología de los Orichas y la narrativa descriptiva del autor se mezclan para crear una pieza magistral, a mi parecer, de la literatura colombiana. Les dejo un abrebocas, para que se antojen:

"Los descendientes de Obafulom
los hijos de Iyáa
los que alzaron contra mi su puño
los amotinados
los soberbios
que de Ile-Ife
la morada de los dioses
me expulsaron
arrancados serán de su raíz
y a otros mundos desterrados.
Insaciables mercaderes
traficantes de la vida
vendedores de la muerte
las Blancas Lobas
mercaderes de hombres,
violadoras de mujeres
tu raza,
tu pueblo,
tus dioses,
tu lengua
¡destruirán!

Las tribus dispersas
rota tu familia
separadas las madres de sus hijos
aborrecidos,
malditos tus Orichas
hasta sus nombres
¡olvidarán!

En barcos de muerte
esclavos sin sombras
zombis
ausentes de sí mismos
confundidos con el asno
el estiércol
hambrientos
sumisos
colgados
irredentos
cazados
por los caminos polvorientos
por las islas y las costas,
los ríos, las selvas, los montes y los mares,
sin barro donde medir su huella
ni techo donde madurar su sueño
de otras razas separados,
proscritos en América
la tierra del martirio".
Maldición de Changó.



4 comentarios:

Andrés Meza Escallón dijo...

El título no me es desconocido, pero ignoraba que se tratara de esta historia.
¿Cuánto te demoraste en leerla?

Nana dijo...

Me faltó anotar en el post que aún la estoy leyendo. Voy en la cuarta parte (de cinco).

Haceme un 14 dijo...

Yo anoté este libro en mi agenda cuando recién entré a estudiar mi pregrado, como parte de un conjunto de libros que esperaba leer.

Desafortunadamente nunca lo hice, así que irremediablemente se irá mi lista de pendientes.

Vamos a tener que intercambiar, eso sí, por años, según veo.

:D

Nana dijo...

A este paso vamos a tener una biblioteca colectiva nacional ^_^